Desde hace tiempo existe una corriente de usuarios de internet que nos recomiendan que no usemos medios con sede en los EE.UU. para cualquier interacción en la Red.

Es decir:

• Que no tengamos conexiones a Internet mediante compañías americanas( Internet Explorer, Chrome,…)
• Que intentemos modificar las IP de nuestro router.
• Que no utilicemos correos de compañías ubicadas en los USA(Hotmail, Gmail, Yahoo,…)
• Que tampoco usemos redes sociales americanas(Facebook, Twitter,…)
• Que no usemos aplicaciones como Whatsup, por ejemplo.

Y un largo etcétera de previsiones y cuidados. Y ¿Por qué?

Pues en aras de una protección de nuestra intimidad. Desde los atentados del 11S y las siguientes promulgaciones de las Patriot Act, los servicios de inteligencia americanos, la NSA y cualquier otra agencia pueden monotorizar, rastrear, “espiar” todo lo que sucede en la Red.

Sin duda, en muchas ocasiones estos “trabajos” han dado resultados provechosos para el bien común, desmantelando grupos terroristas, posible atentados, delincuencia en general. No seremos nosotros los que dudaremos de esta utilidad. Mientras las labores de inteligencia se amparen en la legalidad todo nos parece correcto, ¿no? He aquí el problema…

En ocasiones las actuaciones de estos servicios pueden rozar la legalidad. ¿Hasta dónde llega el auspicio legal en aras del bien común? ¿Más allá del derecho a la intimidad personal?

En Europa nos puede sonar un tanto raro, o poco democrático. En EE.UU ya no tanto… La legislación sobre Protección de Datos es, digamos, bastante suave.  Y a partir de este razonamiento, los detractores de los servicios/medios americanos de Internet argumentan que estas mismas compañías estadounidenses facilitan datos sensibles a las agencias de seguridad. Tal vez la ley americana les obligue… Pero no seamos ilusos, ¿es que creemos que esto, en mayor o menor escala, no pasa en Europa?

Lo cierto es que los que nos advierten de todo este “embolao”, nos proponen algunas alternativas, también. Usar Mozilla, correo en GMX, tapar nuestra webcam mientras navegamos, variar de IP constantemente, y un sinfín de posibilidades.

Tal vez suene exagerado, tal vez no. Pero como siempre decimos, seamos conscientes de todo y tomemos las medidas que consideremos oportunas. Nuestra privacidad está en juego en la Red. Mientras uno sabe qué hace y lo que conllevan sus actuaciones, no hay problema…

¿Verdad? 😉