Modelos de actividad empresarial para emprendedores

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Tal vez por la situación de crisis actual, tal vez porque todas las noticias hablan de lo mismo o tal vez porque uno no deja de darle vueltas a todo. Lo cierto es que dada la situación de nuestra economía y que el tejido empresarial español se encuentra en la UCI no es difícil preocuparse un tanto por ello. En este sentido, soy de los que piensa que esta situación puede  reconducirse con la contribución ( modesta, no nos engañemos… ) por los principales afectados: Nosotros, los ciudadanos. Surge aquí la figura del emprendedor. Esa persona con una inquietud empresarial, con una idea novedosa, con ganas de arriesgar su capital, que puede aportar su granito de arena a la resurrección del mercado.

Así pues, el emprendedor, a parte de múltiples calificativos  y actitudes ( casi tod@s hacen referencia a su osadía ) debe tener ciertos conocimientos respecto del mundo empresarial. Entre éstos, los que, según mi opinión, son los modelos de actividad emprearial.

Podemos diferenciar tres modelos de actividad empresarial: Las oportunidades, los negocios y las empresas.

Las oportunidades:

Dentro de este modelo podemos considerar a las acciones puntuales, concretas, que se centran en un momento en el tiempo, localizadas en un contexto y que pueden responder a modas. Se trata pues de acciones que buscan un beneficio immediato o a muy corto plazo, resultadistas, si se me permite. Un ejemplo muy básico: Del famoso dedazo de Mourinho a Tito, alguien hizo unas camisetas con la imagen de la persona que presenció el acto a pocos centímetros de los afectados. Hizo unas camisetas que le costaron x y las vendió por x más un margen. No sé cómo les resultó, pero aprovecharon una situación concreta y puntual para sacar un partido económico.

Los negocios:

Se trata de actividades que pretenden obtener beneficios a corto o medio plazo. Ya no es tanto una oportunidad pasajera, si no una acción que aspira a algo más. Evidentemente, como toda actividad empresarial, en su momento primigenio, el negocio, también es fruto de una oportunidad, un vacío, un nicho, una necesidad en el mercado, pero que tiene espectativas de duración media. Las empresas también hacen lo mismo en sus orígenes. Otro ejemplo sencillo: Los presidentes de Francia y Reino Unido se dieron prisa, mucha prisa, en ser los primeros en reclamar para las empresas de sus respectivos países, la reconstrucción de Líbia, una vez liberada de Gadafi. Es decir, las empresas que vayan a Líbia a recosntruir el país, gozarán durante unos años de un negocio que a medio plazo, diez o quince años, les reportará unos beneficios. (No discutiremos ahora sobre la ética o la motivación que empujó a los mandatarios a mostrarse tan predispuestos) Lo importante es ver que el negocio, se dilata en el tiempo más que la oportunidad. requiere pues más inversión ( de todo tipo ) por parte del empresario o emprendedor.

Las empresas:

Por último, una empresa es aquella actividad que en el mercado pretende obtener beneficios a medio y, sobretodo, largo plazo. En las empresas lo que prima es la durabilidad de las acciones. La empresa quiere persistir en el tiempo, incluso sobrevivir a sus creadores. La idea de empresa va más allá de los beneficios rápidos ( que también… ) y apuesta por un trabajo lento y constante que da sus frutos a lo largo de los años. Creo que ejemplos de empresas no serán necesarios porque todos conocemos arquetipos de éstas.

En definitiva, a pesar que se pueden dar muchas combinaciones entre estos modelos ( puesto que hay oportunidades que tornan negocios o empresas, o que las empresas también aprovechan oportunidades, etc…) , creo que los emprendedores de hoy deben plantearse cuál de estos modelos de actividad empresarial es el que quieren y darle la forma oportuna que encaje en su idea de aventura empresarial.

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