La dignidad del paciente-I

No pretendo entrar a discutir sobre los recortes que las administraciones están aplicando, porque, entre otras cosas, este blog es de una web jurídica. Pero si estos recortes afectan a derechos de los ciudadanos, sí me veo con ganas de comentar alguna cosa.

El otro día, me contaban que en el hospital de mi ciudad, un paciente apunto de ser operado, con la bata, la vía y el suero inyectado y «colgando», afeitado de las piernas ( puesto que la intervención era en una de esas extremidades ), recibe la noticia de una enfermera que le espeta que no va a ser operado porque los quirófanos están ya cerrados.

Hoy, leo en un blog donde afectados y simpatizantes contra el cáncer intercambiamos impresiones, que una persona que recibe tratamiento en un hospital catalán, al pretender asistir hoy al mismo, la empresa de ambulancias que le acompañaba hasta ahora, le ha comunicado que solamente le puede acercar al hospital más cercano de forma gratuita. Todos los servicios que excedan de este, deben ser abonados.

Dejando de lado la tendencia política de cada uno y olvidando las rencillas partidistas, hay cosas que son de cajón.

Pero ¿que me diría el director del hospital en el que se cierran los quirófanos con los pacientes a punto de ser operados si le digo que esta actitud, vulnera los derechos del paciente? Sí, los vulnera, señor director. Y no cualquier derecho. Según mi punto de vista, una acción como esta vulnera el derecho fundamental a la dignidad de la persona, en este caso, a la dignidad del paciente. ¿Os imagináis estar en un hospital, con todo lo que eso conlleva, después de pasar medio día esperando, en ayunas, con todo el preoperatorio realizado, a punto de entrar » en capilla «, y que alguien del personal del hospital te diga que el quirófano está cerrado, y que ya te llamarán dentro de unos días? Yo no… Me parece increíble.

Por no hablar de cómo se puede sentir el paciente (y sus familiares) que está siguiendo un tratamiento contra el cáncer en un hospital importante de la capital de su Comunidad Autónoma, y que al llamar al servicio de ambulancias que le trasladaba hasta entonces, recibe la noticia que no pueden hacerlo, que tan solo le acercarán al de su ciudad. ¿Quién le va a atender? ¿Conocen su historial? ¿Qué tratamiento seguirá? ¿No saben más de él en el hospital donde ha ido hasta ahora?

Pues sí. Estos recortes vulneran la dignidad de la persona. El paciente tiene los mismos derechos que cualquier otro ciudadano. Incluso más: los derechos propios como paciente. La Carta de derechos y deberes de los ciudadanos en relación con la salud y la atención sanitaria, ya reconoce  la protección de la salud que propugna el art.43 de la CE y establece que los poderes públicos deben tutelar la salud pública. Menuda tutela…